Los inicios de Avícola Alpina se remontan a comienzos de las década del 70 cuando su fundador, Don Aldo Luis Righes, comienza a dar sus primeros pasos en la avicultura con la producción de huevos frescos para consumo. Luego de su fallecimiento a finales de los 70, el emprendimiento queda en manos de sus hijos quienes incrementan la producción de huevo y a su vez comienzan con la cría de pollos parrilleros en granjas de engorde. Finalmente en los 90 construyen con una pequeña planta de faena para dedicarse de lleno a esta actividad.
En la actualidad la empresa se encuentra consolidada dedicándose exclusivamente a la faena y comercialización mayorista de pollo fresco contando para ello con modernas instalaciones.